Embutido como un vidrio te va desangrando tan lento que el caracol bosteza. De improviso, incrustado en un juego de poder al cual nunca accediste y ya no te niegas, aunque disimulas. Piensas en algo que aligere la condena taciturna. Vivir sin sentido, creer que lo tiene. Sin sentido devorar los manantiales de flores. Rollizo proceso que dentro de poco se vuelve un hueso.
Así es como siempre acabamos solos, inhumanos, tirados egoístas. Todos con un narciso dentro, que sin ser bello o fello, trastorna nuestra relación con el medio. Habrá que buscar lo estético en… Pero ya bajo la seguridad de la soledad. Esa que permite cerrar los ojos y decir buenas noches espejo. Aquella que derrumba la madre de todas la gamias, que convierte la oscuridad en ungüento.
Con la soledad supuestamente propia van desfilando los anfibios vestidos de frac. Matas un par, tal vez más. Nos convertimos en asesinos silenciosos. Buen día arañita, te maté. Buenas tardes hormiguita, te aplasté. Buenas noches zancudito, disculpe usted. Buenos días pollito que he machacado. Buenas tardes charalito que he asfixiado. Buenas noches patito que el arroz crudo y no molido ha enpescuezado. Mmm… qué rico bistec le sacaron a esa vaca obviamente acuchillada, degollada, tasajeada.
Dentro del reduccionismo metabólico nos vemos engulle que engulle. Transformando todo y todo transformándonos. Siendo a través del intestino y las glándulas. Esclavos de nuestra boca, de nuestra bilis, de nuestra mierda. No somos más que un producto químico desvaneciéndose a través del tiempo, intentando limpiar con un pañuelo las mejillas marchitas del aforismo entrópico.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
miércoles, 18 de noviembre de 2009
viernes, 13 de noviembre de 2009
El milagro
Entre romillos y romeros venía la brisa veraniega que cada mañana empapaba la puerta de la iglesia. Al principio se murmuraba que el lago ya estaba muy sucio y por ello la brisa cada vez olía peor. Sin lugar a duda la risita se escuchaba a lo lejos.
Otro domingo por la mañana y la puerta igual que siempre, con esa brisa de sal y pescado. Dos horas de misa sin parpadear y el mismo olor ácido. ¿Alguien se ha empapado en brisa semejante?
Cuantas semanas sin cerrar los ojos. Luego llegó el otoño. Las brisas disminuyeron, pero el olor iba en aumento. La misma corriente mojando con su fétido ungüento las puertas del templo sacrosanto.
Un domingo más pero ya de invierno. “¡A qué pinche brisa si la tierra está reseca!” Ya todos se preguntaban el origen de aquella brisa renovada. El padre usó, extrañamente, el método científico de primaria y concluyó que la brisa sólo venía los domingos por la mañana aunque todo estuviera seco. ¡Milagro!
Ya declarado como milagro una señora raspo la brisa. La mezclo con la infusión de la abuela. Dio de beber al crio. Al siguiente día se curó. ¡Milagro!
Entonces el padre se dio cuenta del poder de comercialización de la brisa. Comenzó a vender la raspadura en mil pesos el miligramo. Ni el pan caliente hubiera sido devorado en época de hambruna de esa forma.
Así el milagro se esparció en los pueblos y llegó al oído de un chacal de alguna televisora enajenante. Y resulta que contactaron al padre. El padre acepto programar la aparición de la brisa en TV. Las cámaras llegaron el sábado y se instaló todo. A la una de la madrugada del domingo comenzaron a filmar, de lejos pero con claridad, al sitio milagroso.
A las dos de la mañana los muchachos de producción se impacientaron y fueron a chupar a una cuadra. Bebieron un tanto y conocieron al tipo más aguantador. Maravilloso tipo que balbuceó miles de historias jocosas.
Como a las cuatro regresaron a seguir filmando. Nada había pasado. Pasó una hora más. Media más. Todos estaban dormidos y las cámaras filmando. Se escucha a lo lejos el crujir de una puerta que abre, cierra. Risitas con hipo. Unos pasos. Un domingo y un chorro en la esquina.
Otro domingo por la mañana y la puerta igual que siempre, con esa brisa de sal y pescado. Dos horas de misa sin parpadear y el mismo olor ácido. ¿Alguien se ha empapado en brisa semejante?
Cuantas semanas sin cerrar los ojos. Luego llegó el otoño. Las brisas disminuyeron, pero el olor iba en aumento. La misma corriente mojando con su fétido ungüento las puertas del templo sacrosanto.
Un domingo más pero ya de invierno. “¡A qué pinche brisa si la tierra está reseca!” Ya todos se preguntaban el origen de aquella brisa renovada. El padre usó, extrañamente, el método científico de primaria y concluyó que la brisa sólo venía los domingos por la mañana aunque todo estuviera seco. ¡Milagro!
Ya declarado como milagro una señora raspo la brisa. La mezclo con la infusión de la abuela. Dio de beber al crio. Al siguiente día se curó. ¡Milagro!
Entonces el padre se dio cuenta del poder de comercialización de la brisa. Comenzó a vender la raspadura en mil pesos el miligramo. Ni el pan caliente hubiera sido devorado en época de hambruna de esa forma.
Así el milagro se esparció en los pueblos y llegó al oído de un chacal de alguna televisora enajenante. Y resulta que contactaron al padre. El padre acepto programar la aparición de la brisa en TV. Las cámaras llegaron el sábado y se instaló todo. A la una de la madrugada del domingo comenzaron a filmar, de lejos pero con claridad, al sitio milagroso.
A las dos de la mañana los muchachos de producción se impacientaron y fueron a chupar a una cuadra. Bebieron un tanto y conocieron al tipo más aguantador. Maravilloso tipo que balbuceó miles de historias jocosas.
Como a las cuatro regresaron a seguir filmando. Nada había pasado. Pasó una hora más. Media más. Todos estaban dormidos y las cámaras filmando. Se escucha a lo lejos el crujir de una puerta que abre, cierra. Risitas con hipo. Unos pasos. Un domingo y un chorro en la esquina.
lunes, 2 de noviembre de 2009
¿Dónde puse el corazón?
Belleza difuminada
Estética alcantarillada
Donde sea el viento se oye
Donde sea el agua corre
El amor es como esa flor
de la vida el motor
que hace y muere
En cualquier primavera a brotar vuelve
Aunque esté desrielado
el amor nos envuelve
Lo más grande se hace retechiquito
El de mejor labia tartamudea
El oficinista se hace poeta
La rata una dulce sirena
Política
Economía
Narcotráfico
¿Primer mundo?
¿Tercer mundo?
Guerra
Violencia
Estatismo
Violación
Religión
Control
Positivismo
Deshágase usted,
bienaventurado entrañable
de joyas que matan
Cerciórese de estar en una flor
Hermano latino
con calumniado desatino
y sin doblegarse ante el intestino
hacemos nuestro destino
Estética alcantarillada
Donde sea el viento se oye
Donde sea el agua corre
El amor es como esa flor
de la vida el motor
que hace y muere
En cualquier primavera a brotar vuelve
Aunque esté desrielado
el amor nos envuelve
Lo más grande se hace retechiquito
El de mejor labia tartamudea
El oficinista se hace poeta
La rata una dulce sirena
Política
Economía
Narcotráfico
¿Primer mundo?
¿Tercer mundo?
Guerra
Violencia
Estatismo
Violación
Religión
Control
Positivismo
Deshágase usted,
bienaventurado entrañable
de joyas que matan
Cerciórese de estar en una flor
Hermano latino
con calumniado desatino
y sin doblegarse ante el intestino
hacemos nuestro destino
sábado, 31 de octubre de 2009
¿Dónde quedó la muerte?
La muerte no llegó
Y a nadie se llevó
El moribundo solitario preguntó
¿Hasta ésta me abandonó?
¡En dónde la muerte se ha metido!
La muerte nos ha mentido
El cardenal ha dicho
Y el temor a un viejito hizo bicho
Los chavales festejaron
Pues nunca al otro lado irían
Con felicidad todos se atragantaron
Ahora eternamente vivirían
Y pasaron los días
¿Fría muerte dónde estarías?
Ya el suicida viviente
Conserva el gaznate infecundo
Aunque se aviente
Del puente moribundo
Los decapitados para poder saludar
Pasaban la cabeza a la otra mano
Los que debían morir se acumularon
Y los que esperaban su herencia chillaron
Con tanto vivo-muerto
El vivo se encabritó
¿Dónde estás maldita calaca?
Llévate este hedor que achaca
El valor de la muerte por fin entendimos
Aunque ésta no reparó en la lección
Con resignación nos desentendimos
La huesuda ya era sólo ficción
Pero un día abrió los ojos la muerte
Tantos muertos que tenía en mente
¡Qué resaca tan culera!
Chale, nomás eso era
jueves, 22 de octubre de 2009
Dos tres o masomenos
Se abre la puerta sensible al contador personalizado y automatizado del cuello. Mamá sonríe pues ve entrar a Yorchsito.
-Hola mi vida (en su cuello el contador marca dos de dos, una de una). ¿Cómo te fue en la escuela? (marca una de tres, una de dos y cuatro de una)
-Dos-tres (contesta el chilpayatito del futuro).
- ¿Hiciste mucho ejercicio? (marca: una de cuatro, una de tres y una de dos).
-Mas-o-me-nos
-¿Te portaste bien? (una de tres, dos de una)
-Dos tres
-¿Te dejaron tarea? (dos de tres y una de una)
-Mas-o-me-nos
-¿Pero qué demonios te enseñan en la escuela? (Pregunta la madre alarmada, el contador marca cuatro de tres [el contador registra las palabras relacionadas con Satanas o groserías como dobles], una de dos y cuatro de una).
-Pues hoy me ensañaron que las palabras que el contador de nuestro cuello no nos cobra por usar son dos-tres y mas-o-menos. Y en la clase de alemán me enseñaron la palabra más larga registrada en el libro de los record guinness: Donaudampfschifffahrtselektrizitätenhauptbetriebswerkbauunterbeamtengesellschaft. Que significa sociedad de funcionarios subordinados de la construcción de la fábrica principal de la electricidad para la navegación de barcos de vapor en el Danubio. Jijiji (el contador del niño empieza a funcionar, se calienta con rapidez y se detiene sin poder seguir marcando más).
Créalo o no, la palabra existe.
miércoles, 14 de octubre de 2009
A la luz de una alcantarilla
Pura niebla o demasiada luz
Pura muerte o demasiada pasión
Puro pulque o jodida cocacola
Salmodias oficinescas o fajas berlinesas
La luz del sol sorprende a los puerquitos
Papi ya no es lo que era, ni siquiera las cenizas
Mami huele a pulque, papi a cemento
Así nací, a la luz de una alcantarilla
Pura muerte o demasiada pasión
Puro pulque o jodida cocacola
Salmodias oficinescas o fajas berlinesas
La luz del sol sorprende a los puerquitos
Papi ya no es lo que era, ni siquiera las cenizas
Mami huele a pulque, papi a cemento
Así nací, a la luz de una alcantarilla
El pinche oficinista rata
Abres los ojos y el sol te deslumbra. Las cobijas apestan y al lado duermen tres personas con sexo polimorfo. Frente a ti sólo ves tacones y zapatos boleados que desfilan al ritmo de una danza febril, la de correr al trabajo. Inagotables trajes gris de rata, del mismo color que el cielo, del mismo que el cemento.
La jornada comienza. ¿Qué harás hoy? Buscas en la bolsita que está al lado de tu genital y encuentras dos monedas, una de dos pesos y una de cinco. Con la más chica obtienes un tabaco, con la grande un par de tacos. Te rascas las ladillas. Te sientas sobre los meados. Sonríes.
Se despierta el Quepo y el Loco.
-Dame tu cigarro, culero (te lo arrebata el Quepo. Loco nunca habla, sólo afirma o niega).
-Chinga tu madre puto (contestas)
-¿Tons qué? Pinches tiesos. Vamos a atracar la farmacia (el Loco afirma).
-No se wey, tengo un mal presentimiento.
- Pinche chamaco caguengue y putín.
- Ni madres wey, mejor vamos a atracar a una ruquita en el parque.
-Pinches rucas aguadas nunca tienen varo. Apenas te alcanza pa unas monas chidas. Se me antojan unas piedras ojete, vamos a la farmacia.
-No quiero
-Mcht, pinche pendejo. Cuando nos veas aquí dándonos unas piedrotas y estés babeando no te vamos a dar ni madres. Abrígate culero (te dan una patada en la panza).
El Loco y el Quepo despiertan a Putita Perita. Le dicen “ámonos Putita, amos a atracar la farmacia”. Se levanta., Se sube el calzón que tenía medio abajo, medio sucio y medio mequeado.
Te paseas enfrente de la farmacia para ver el atraco. Entonces entran los tres malandrines. Se meten de un brinco tras el mostrador. Le dan un madrazo al gordito pusilánime con bata y una nalgada a la guapa vendedora. Putita toma el dinero de la caja. Salen corriendo y cruzan la calle. Un oficinista con su traje gris corre para detenerlos. Cruza la calle y choca contigo. “Lo atrape, lo atrape”.
Llega la patrulla y gritas “yo no fui”, desesperado, una y otra vez. Te llevan a la correccional ya que el oficinista gris se ofreció como testigo.
En la correccional te recibe un tipo fofo:
-A ver mosquita, te explico como funciona. El trabajo ayuda a no estar pensando barbaries. A las cinco de la mañana se despiertan para trabajar en la maquila. Luego comen de 12 a 12:15. Regresan a la maquila. De 7 a 7:15 cenan y a su celda. ¿Entendiste mosquita?
Al día siguiente te despiertas según lo planeado. Llegas a la maquila y te encuentras con kilómetros de tela gris. El centanar de máquinas hace un sumbido de mosca. Cojes la tela y empiezas a confeccionar un elegante disfraz de rata.
La jornada comienza. ¿Qué harás hoy? Buscas en la bolsita que está al lado de tu genital y encuentras dos monedas, una de dos pesos y una de cinco. Con la más chica obtienes un tabaco, con la grande un par de tacos. Te rascas las ladillas. Te sientas sobre los meados. Sonríes.
Se despierta el Quepo y el Loco.
-Dame tu cigarro, culero (te lo arrebata el Quepo. Loco nunca habla, sólo afirma o niega).
-Chinga tu madre puto (contestas)
-¿Tons qué? Pinches tiesos. Vamos a atracar la farmacia (el Loco afirma).
-No se wey, tengo un mal presentimiento.
- Pinche chamaco caguengue y putín.
- Ni madres wey, mejor vamos a atracar a una ruquita en el parque.
-Pinches rucas aguadas nunca tienen varo. Apenas te alcanza pa unas monas chidas. Se me antojan unas piedras ojete, vamos a la farmacia.
-No quiero
-Mcht, pinche pendejo. Cuando nos veas aquí dándonos unas piedrotas y estés babeando no te vamos a dar ni madres. Abrígate culero (te dan una patada en la panza).
El Loco y el Quepo despiertan a Putita Perita. Le dicen “ámonos Putita, amos a atracar la farmacia”. Se levanta., Se sube el calzón que tenía medio abajo, medio sucio y medio mequeado.
Te paseas enfrente de la farmacia para ver el atraco. Entonces entran los tres malandrines. Se meten de un brinco tras el mostrador. Le dan un madrazo al gordito pusilánime con bata y una nalgada a la guapa vendedora. Putita toma el dinero de la caja. Salen corriendo y cruzan la calle. Un oficinista con su traje gris corre para detenerlos. Cruza la calle y choca contigo. “Lo atrape, lo atrape”.
Llega la patrulla y gritas “yo no fui”, desesperado, una y otra vez. Te llevan a la correccional ya que el oficinista gris se ofreció como testigo.
En la correccional te recibe un tipo fofo:
-A ver mosquita, te explico como funciona. El trabajo ayuda a no estar pensando barbaries. A las cinco de la mañana se despiertan para trabajar en la maquila. Luego comen de 12 a 12:15. Regresan a la maquila. De 7 a 7:15 cenan y a su celda. ¿Entendiste mosquita?
Al día siguiente te despiertas según lo planeado. Llegas a la maquila y te encuentras con kilómetros de tela gris. El centanar de máquinas hace un sumbido de mosca. Cojes la tela y empiezas a confeccionar un elegante disfraz de rata.
martes, 6 de octubre de 2009
Lapizerdos
¡Ya me cayó el chahuiztle! No encuentro en este inmenso cajón un jodido lápiz con goma. Encuentro unos cortos, otros largos, alguno mordido, ninguno con goma. Busqué donde las plumas son colocadas y hallé uno sin goma. ¿De qué sirve un lápiz sin goma?
Entonces busqué algún lápiz con goma que hubiera visto por ahí. Ni uno. ¿De verdad existe tal cosa? Comencé a recordar que este cajón siempre tiene lápices sin goma. Caigo en cuenta que mis pensamientos son absurdos. En las papelerías se desbordan los lápices inmaculados. Comprar uno y patatín patatán.
Y llego a la papelería y pido un par de lápices. El tendero pregunta:
-¿Lápices?
- Si (contesto nervioso), si, con goma, dos.
-¿Con goma?
-Sssí
-Se acabaron
- ¿Cómo?
- Los descontinuaron, ahora sólo tenemos lapizerdos. Son óptimos para las pantallas de plasma sensibles al tacto. Las hojas de papel ya sólo se hacen artesanalmente para los pocos pintores rústicos. ¿Que no está en contacto con la realidad amigo, en que siglo vive?
Entonces volteo y me percato de lo largo de la barba canosa. Por fin veo lo anticuado de mi ropa. Veo que todo es digital. ¿Dónde he estado estos últimos 20 años? Regreso al hogar. El hogar de siempre entre torres digitales cromadas. Veo mi Pentium 3 y suspiro. Busco en la red: 3:06 p.m., 6 de octubre 2035. Busco información sobre los lápices. El primer y el último lápiz me interesaban sobre todo. Debemos los lápices a Josef Hardtmuth (20 de febrero de 1752, Austria). Perdón, debíamos. Del último lápiz no se sabe nada.
Me encontré con que el lápiz más caro del mundo fue realizado en el 2001 al conmemorar el 240 aniversario de la compañía Graf von Faber –Castell. Costaba en ese entonces 9 000 euros. Su valor aumentó con el deseo posesivo de los coleccionistas. Se hicieron sólo 1761 unidades. Número que corresponde al año en que se creó la marca. El lápiz se realizó con madera de olivo de 240 años, en oro blanco y con tres diamantes en la tapa. Todo esto absurdo pero cierto en tu realidad. Incluye sacapuntas y un bonito estuche.
En fin. Ya sin goma para borrar lo que estaba escribiendo, tuve que comenzar a escribir en mi Pentium 3. Mis ojos no estaban acostumbrados y lloran. ¡Cuántos años con la Pentium guardada! Con los ojos cristalinos escribo: “Antes los lápices inspiraban metáforas, algo literario. Recuerdo que Borges nos habla de un lugar donde, sí uno pierde un lápiz, avisa a otro para que le ayude a buscar, luego encuentra el lápiz y no le dice al otro que sigue buscando, entonces el otro puede encontrar dicho lápiz. Resultando así dos lápices idénticos. Esa es la lógica…
“Ahora los lápices sólo pueden encontrarse como chácharas antiguas. Malditos lapizerdos (una lágrima escurre suavemente por mi mejilla). ¡Qué me importan los diamantes! Sí tan sólo este lápiz tuviera goma…”
Entonces busqué algún lápiz con goma que hubiera visto por ahí. Ni uno. ¿De verdad existe tal cosa? Comencé a recordar que este cajón siempre tiene lápices sin goma. Caigo en cuenta que mis pensamientos son absurdos. En las papelerías se desbordan los lápices inmaculados. Comprar uno y patatín patatán.
Y llego a la papelería y pido un par de lápices. El tendero pregunta:
-¿Lápices?
- Si (contesto nervioso), si, con goma, dos.
-¿Con goma?
-Sssí
-Se acabaron
- ¿Cómo?
- Los descontinuaron, ahora sólo tenemos lapizerdos. Son óptimos para las pantallas de plasma sensibles al tacto. Las hojas de papel ya sólo se hacen artesanalmente para los pocos pintores rústicos. ¿Que no está en contacto con la realidad amigo, en que siglo vive?
Entonces volteo y me percato de lo largo de la barba canosa. Por fin veo lo anticuado de mi ropa. Veo que todo es digital. ¿Dónde he estado estos últimos 20 años? Regreso al hogar. El hogar de siempre entre torres digitales cromadas. Veo mi Pentium 3 y suspiro. Busco en la red: 3:06 p.m., 6 de octubre 2035. Busco información sobre los lápices. El primer y el último lápiz me interesaban sobre todo. Debemos los lápices a Josef Hardtmuth (20 de febrero de 1752, Austria). Perdón, debíamos. Del último lápiz no se sabe nada.
Me encontré con que el lápiz más caro del mundo fue realizado en el 2001 al conmemorar el 240 aniversario de la compañía Graf von Faber –Castell. Costaba en ese entonces 9 000 euros. Su valor aumentó con el deseo posesivo de los coleccionistas. Se hicieron sólo 1761 unidades. Número que corresponde al año en que se creó la marca. El lápiz se realizó con madera de olivo de 240 años, en oro blanco y con tres diamantes en la tapa. Todo esto absurdo pero cierto en tu realidad. Incluye sacapuntas y un bonito estuche.
En fin. Ya sin goma para borrar lo que estaba escribiendo, tuve que comenzar a escribir en mi Pentium 3. Mis ojos no estaban acostumbrados y lloran. ¡Cuántos años con la Pentium guardada! Con los ojos cristalinos escribo: “Antes los lápices inspiraban metáforas, algo literario. Recuerdo que Borges nos habla de un lugar donde, sí uno pierde un lápiz, avisa a otro para que le ayude a buscar, luego encuentra el lápiz y no le dice al otro que sigue buscando, entonces el otro puede encontrar dicho lápiz. Resultando así dos lápices idénticos. Esa es la lógica…
“Ahora los lápices sólo pueden encontrarse como chácharas antiguas. Malditos lapizerdos (una lágrima escurre suavemente por mi mejilla). ¡Qué me importan los diamantes! Sí tan sólo este lápiz tuviera goma…”
sábado, 3 de octubre de 2009
Vo-cabulario
Antes arrastrábamos algún asqueroso asno activando al artefacto anal
Buena baba burril, buen balbuceo, buen burro, ¡buzo burro!
Con cálida cogida comieron coño, caño y cola
Dedos dioicos disidentes de dunas desertificadas de danzas dimensionales
Espurio éste. Estacas estáticas, estética estopa. Erotismo esto
Firmamos, fue, fuera forzado. Fueron fórceps fálicamente forzados
Giramos gimiendo. Gemimos gestando gimnasia gusánica. Gemido guasón.
He hilado hepáticamente. Has honrado hipos. Hemos herido heraldos himénicos
Ibas imaginando imitar imantaciones incestuosas
Jugaron jalones. Jodimos jadeantes. Jaleas jocosas justificadas
Koala Kamikaze Kalimanesco
Luego los listones liaron líos lisos. Leíste libros labiales. Luciérnagas libidinosas lisérgicas lesbianizaron
Mamamos mimosamente mil mieles magnéticamente menstruadas moliendo mares mangosos
Ni nada ni nadie nadó ninfa nocturna. Negligencia
Ñiño ñoño ñoñizando ñeros. Ña
Orificios omitidos, oscuros ostentos. Orgasmos, orgasmea, orgasmisista
Putos puteros puteados. Puertas partidas por pendejos paridos pardos
Quien quiera que queme quetamina quemará querubines químicamente quistéricos
Roíste rivereñamente risas rojizas. Río rutas rastosas
Saliste somnolienta. Surgiste sorgo. Sorbiste sexos
Temiste tirate toda. Te tuve tentáculo torpe. Tocimos
Urgencias, urgente, urgidas universalmente urgadas
Vi volcanes verdosos vitrinados. Viscisitudes varias. ¡Va!
Wachando, wileando, wawareando, weyeando
Xochimilca xerolíficamente xicotito
Yo yoyo
ZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzz
Buena baba burril, buen balbuceo, buen burro, ¡buzo burro!
Con cálida cogida comieron coño, caño y cola
Dedos dioicos disidentes de dunas desertificadas de danzas dimensionales
Espurio éste. Estacas estáticas, estética estopa. Erotismo esto
Firmamos, fue, fuera forzado. Fueron fórceps fálicamente forzados
Giramos gimiendo. Gemimos gestando gimnasia gusánica. Gemido guasón.
He hilado hepáticamente. Has honrado hipos. Hemos herido heraldos himénicos
Ibas imaginando imitar imantaciones incestuosas
Jugaron jalones. Jodimos jadeantes. Jaleas jocosas justificadas
Koala Kamikaze Kalimanesco
Luego los listones liaron líos lisos. Leíste libros labiales. Luciérnagas libidinosas lisérgicas lesbianizaron
Mamamos mimosamente mil mieles magnéticamente menstruadas moliendo mares mangosos
Ni nada ni nadie nadó ninfa nocturna. Negligencia
Ñiño ñoño ñoñizando ñeros. Ña
Orificios omitidos, oscuros ostentos. Orgasmos, orgasmea, orgasmisista
Putos puteros puteados. Puertas partidas por pendejos paridos pardos
Quien quiera que queme quetamina quemará querubines químicamente quistéricos
Roíste rivereñamente risas rojizas. Río rutas rastosas
Saliste somnolienta. Surgiste sorgo. Sorbiste sexos
Temiste tirate toda. Te tuve tentáculo torpe. Tocimos
Urgencias, urgente, urgidas universalmente urgadas
Vi volcanes verdosos vitrinados. Viscisitudes varias. ¡Va!
Wachando, wileando, wawareando, weyeando
Xochimilca xerolíficamente xicotito
Yo yoyo
ZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzz
Suscribirse a:
Entradas (Atom)