miércoles, 14 de octubre de 2009

El pinche oficinista rata

Abres los ojos y el sol te deslumbra. Las cobijas apestan y al lado duermen tres personas con sexo polimorfo. Frente a ti sólo ves tacones y zapatos boleados que desfilan al ritmo de una danza febril, la de correr al trabajo. Inagotables trajes gris de rata, del mismo color que el cielo, del mismo que el cemento.


La jornada comienza. ¿Qué harás hoy? Buscas en la bolsita que está al lado de tu genital y encuentras dos monedas, una de dos pesos y una de cinco. Con la más chica obtienes un tabaco, con la grande un par de tacos. Te rascas las ladillas. Te sientas sobre los meados. Sonríes.

Se despierta el Quepo y el Loco.

-Dame tu cigarro, culero (te lo arrebata el Quepo. Loco nunca habla, sólo afirma o niega).

-Chinga tu madre puto (contestas)

-¿Tons qué? Pinches tiesos. Vamos a atracar la farmacia (el Loco afirma).

-No se wey, tengo un mal presentimiento.

- Pinche chamaco caguengue y putín.

- Ni madres wey, mejor vamos a atracar a una ruquita en el parque.

-Pinches rucas aguadas nunca tienen varo. Apenas te alcanza pa unas monas chidas. Se me antojan unas piedras ojete, vamos a la farmacia.

-No quiero

-Mcht, pinche pendejo. Cuando nos veas aquí dándonos unas piedrotas y estés babeando no te vamos a dar ni madres. Abrígate culero (te dan una patada en la panza).



El Loco y el Quepo despiertan a Putita Perita. Le dicen “ámonos Putita, amos a atracar la farmacia”. Se levanta., Se sube el calzón que tenía medio abajo, medio sucio y medio mequeado.



Te paseas enfrente de la farmacia para ver el atraco. Entonces entran los tres malandrines. Se meten de un brinco tras el mostrador. Le dan un madrazo al gordito pusilánime con bata y una nalgada a la guapa vendedora. Putita toma el dinero de la caja. Salen corriendo y cruzan la calle. Un oficinista con su traje gris corre para detenerlos. Cruza la calle y choca contigo. “Lo atrape, lo atrape”.



Llega la patrulla y gritas “yo no fui”, desesperado, una y otra vez. Te llevan a la correccional ya que el oficinista gris se ofreció como testigo.



En la correccional te recibe un tipo fofo:



-A ver mosquita, te explico como funciona. El trabajo ayuda a no estar pensando barbaries. A las cinco de la mañana se despiertan para trabajar en la maquila. Luego comen de 12 a 12:15. Regresan a la maquila. De 7 a 7:15 cenan y a su celda. ¿Entendiste mosquita?



Al día siguiente te despiertas según lo planeado. Llegas a la maquila y te encuentras con kilómetros de tela gris. El centanar de máquinas hace un sumbido de mosca. Cojes la tela y empiezas a confeccionar un elegante disfraz de rata.

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