lunes, 9 de agosto de 2010

Amor


I
Paseos casuales. Trabajos sosos. Un caminante inadvertido pasa al otro lado de la acera. Saca la pistola por un amor traicionero. BANG. La sangre salpica a una monja que acababa de comparar lubricante. La monja, que ya se había excitado con la idea de lo comprado, tiene un orgasmo colorado. Así es el amor. Alguien sufre y alguien se viene.

II
Nada más animal que la piel zurciendo despojos enrojecidos, sudados. Confeccionando trajes de hormonas nos vamos midiendo. Sexo duro. Olores ácidos y embriagantes vertidos, modificando la masa con que se cocina el tiempo. Finalmente los dos tumbados sobre distintas tumbas.

III
Años y años en lo mismo. La misma rutina jodida. Cada vez menos antojo sexual. Si bien nos va, una vez a la semana. Unos quince minutos, y luego a trabajar o atender a los hijos. Nos confunden y hacen creer que la rutina es el amor. La rutina del mismo pene o la misma vagina, de la misma posición. Los mismos chistes, la misma posesión. Las virtudes que se exaltaban van dejando paso a los errores.  La muerte, simple. Me agarras la mano aunque el Alzheimer no te deje recordar quién soy.

IV
SIDA, sífilis, etc. Esa puta jamás los tuvo. Una ama de casa que cogía una vez al año con su fiel marido, se contagió.

V
Jovencitos de secundaria se enamoran por primera vez. Hacen el amor y gozan. Son felices. Se desbordan. Se escriben cartitas llenas de faltas de ortografía. Se emocionan al ver cuando el otro pasa al pizarrón. Se toman de la mano en el recreo. Le compra chocolates, le da un beso. Sexo inocente. Tanta pasión, ya pasará.

VI
Un gordo inmenso con voz de niño saca su laptop. La prende, enciende el router. Se emociona. Está solo en el cuarto obscuro. Pone la página. Abre un par de enlaces mientras se toca la  verga que se pierde entre la grasa. El sonido es claro y fuerte. Comienza a excitarse, a jadear. Abre otro link. Saca del cajón  aceite para bebé. Se unta. Diez segundos de estímulo y el pobre mancha todo. El teclado, su pantalón y calzón, incluso unas gotas en la pantalla. Se sobresalta pues ya de una venida chingó una compu portátil. Con delicadeza saca un trapo y limpia la máquina, le da un besito. Cierra los videos de gordas nerd masturbándose. Se lava los dientes y se apresura a acostarse junto a tres chihuahueños que ansiosos esperan chuparle los huevos.

3 comentarios:

  1. MUY BUENO, excelente, mientras unos sufren otros se vienen... me identifiqué con la historia VI... creo que es hora de una...

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  2. A mí el V sólo me tocó de oídas :(

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  3. odio identificarme,pero...
    me identifico con el II
    :)

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