viernes, 1 de enero de 2010

El manifiesto de la sombra vaga

¿Quién dijo que la balanza debía estar equilibrada?

Nuevamente lo quijotesco me empapa. Esa ligera línea que separa los sueños de la realidad es absurda. Estas quimeras son espejismos reales.

El desequilibrio de buena parte de mi generación es el sedentarismo. Una supuesta emancipación de información que rotundamente nos termina enajenando. Así, la única forma de hacer que estos medios no se vuelvan más que imágenes oníricas libres de nuestra razón, intuición y voluntad, es atentar contra los mismos por ser un fenómeno cultural. Propongo dinamitar estos medios. Desgarrar palabras, notas, trazos o números hasta oír su extraño trino. Husmear en todos los formatos sin el objetivo de dominar un tema. Una vez encontrado el tópico donde, al menos, uno cree que tiene capacidad de desarrollarse con soltura, hacerlo hasta sus últimas consecuencias. Más allá de la vía, el sentido es destruirnos para emular el curso del fénix.

1 comentario:

  1. hasta las ultimas consecuencias... ok. Sera un limite curioso.

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